25 May 2017/ Noticias

Visualización de datos y comunicación veraz

Por Web Difusión a las 05:05 pm


*El maestro Alberto Cairo, de la Universidad de Miami, aborda en conferencia magistral los riesgos que entraña la visualización de datos

La comunicación visual es una de las herramientas más poderosas para difundir mensajes; es la representación visual de datos y objetos a través de ilustraciones, mapas, gráficos estadísticos, etcétera, con propiedades espaciales: tamaño, longitud, área y color, explicó el maestro Alberto Cairo, de la Universidad de Miami, durante la conferencia magistral La visualización de datos y el reto de una comunicación veraz.

El especialista en diseño de información comentó que la visualización de datos se hace porque el cerebro humano puede lidiar mejor con objetos físicos que con números. La visualización funciona bien, dijo, porque el cerebro humano no evolucionó para entender las representaciones abstractas numéricas, pero sí para estimar el tamaño, la longitud y la distancia entre diferentes objetos. “Si tomamos los números y los mapeamos en las propiedades espaciales de un objeto, el cerebro empieza a detectar patrones y tendencias en los datos que quedan ocultos en columnas de números”.

Invitado por el Departamento de Teoría y Procesos del Diseño, la coordinación de la Maestría en Diseño Información y Comunicación, y el maestro Gilberto León, Alberto Cairo mencionó que la visualización de datos se está convirtiendo en un lenguaje universal, lo que entraña un riesgo cuando científicos, analistas de empresas, periodistas o diseñadores la emplean para comunicar información que no siempre es veraz.

Alberto Cairo recordó cómo se vieron los resultados de las pasadas elecciones presidenciales de Estados Unidos, en donde, según como estén representados los datos (por número de condados ganados, o por porcentaje del voto popular), reflejaron ventajas para uno u otro de los candidatos: Hillary Clinton o Donald Trump. Es por ello que es importante y ético difundir los diferentes mapas que pueden elaborarse con los mismos resultados, lo que brinda una información más veraz que mostrar sólo uno de ellos. “En cuestión de gráficos, no se trata de simplificar, sino de aclarar y si para ello es necesaria más información ésta se debe proporcionar”, explicó. “No es que el mapa sea engañoso porque esté mal elaborado, sino por la manera en que lo interpretamos”, dijo.

Al referir el nombre de su conferencia en inglés: ‘Visual Trumpery, data visualization and the challenge of truthful communication’ señaló que el término trumpery se refiere a objetos que son engañosos y que funcionan tanto para el autoengaño (self-trumpery) como para engañar a otros. Esto, comentó no es nuevo, pero se vuelve más peligroso con la existencia de las redes sociales, porque hay el riesgo de “viralizar” un gráfico estadístico o un mapa que puede haber sido creado con la intención de engañar a las audiencias.

Ante esta situación, destacó la necesidad de leer las visualizaciones cuidadosamente, y no solamente verlas. Un gráfico se debe pensar críticamente y detectar si está representando bien el fenómeno que trata de explicar. Comentó que los sistemas educativos han priorizado la alfabetización en términos de aprender a leer y escribir (Literacy) y verbalizar (Articulacy), pero eso –afirmó– no es suficiente. Hay una tercera alfabetización esencial hoy en día, la numérica, (Numeracy), que es pensamiento crítico, donde lo que cuenta no es la capacidad de aplicar la matemática, sino la capacidad de pensar lógicamente, con base en la evidencia cuantitativa. Y una cuarta alfabetización, la gráfica (Graphicacy), la capacidad de leer, interpretar y comunicarse a través de objetos visuales, gráficos estadísticos, mapas, etcétera.

El maestro Cairo mencionó que la evidencia científica muestra que cuando se incluye una imagen en cualquier tipo de mensaje, automáticamente éste se vuelve más persuasivo, aunque ese gráfico no tenga nada que ver con el contenido del mismo; y es más persuasivo aún si incluye números, porque inconscientemente tendemos a confiar más en esos mensajes.

Esto es peligroso, dijo, porque las personas que quieren mentir saben todo esto: “saben que somos muy malos pensando”, que tendemos a creer lo que queremos creer y se aprovechan de esas tendencias naturales para engañarnos; es entonces cuando el trumpery funciona.

Una respuesta a este problema sería cambiar los sistemas educativos, pero eso sería a largo plazo, 20 o 30 años. No obstante, es posible luchar individualmente contra las trumperías que aparecen en los medios masivos como la televisión y los periódicos, protegiéndonos a nosotros mismos del autoengaño, viendo no sólo lo que queremos ver, sino pensando críticamente y adaptando la evidencia a nuestra

s opiniones, y no al revés.

El profesor de periodismo multimedia invitó a leer más del tema –sobre todo libros– para aprender de estadística, y  poder detectar cuando un medio de comunicación vincula las fuentes originales, explica cómo llega a los resultados que ofrece, y si publica correcciones visibles cuando comete errores. También opinó que cuando debatimos con una persona con una ideología diferente a la nuestra lo que cuenta no es ganar el argumento, sino llegar a un punto de consenso que se corresponda con la realidad. “Ayúdenme a luchar contra esta epidemia [del trumpery], únanse a la tribu de la gente a la que le importa más la verdad que estar en lo cierto en cuestión de ideologías o de opiniones”, concluyó.

 

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