17 May 2022/ Noticias

"Te nombré en el silencio", documental que busca romper con la indiferencia

Por UAM Cuajimalpa a las 05:05 pm


José María Espinosa de los Monteros es un cineasta documental que puso rostro a las víctimas de desaparición forzada en el estado de Sinaloa.

Por Maribel Lozoya

“Desde el inicio de la guerra contra el narcotráfico en 2006, se han registrado más de 80 mil desapariciones en todo el territorio mexicano”, se puede leer en un fondo negro con letras blancas, datos que enmarcan años, y cifras, mismos que el documentalista sinaloense, José María Espinosa de los Monteros, retoma en el documental Te nombré en el silencio. La cinta se estrenó el pasado 12 de mayo en algunas salas de cine comerciales y en cines alternativos como la Cineteca, Ambulante, Cine Tonalá y el IFAL.

Nombrar a las víctimas para evitar el olvido.

Durante cinco años, el director sinaloense y su equipo de trabajo documentaron las jornadas extenuantes de Las Rastreadoras, un grupo de búsqueda de víctimas de desaparición forzada en el estado de Sinaloa, conformado mayoritariamente por madres de las víctimas.

Durante 84 minutos, José María va documentando el quehacer de este colectivo que mantiene la esperanza de encontrar a sus desaparecidos. El documental se centra principalmente en la historia de Mirna Nereida Medina, quien desde el 2014 coordina el grupo de búsqueda de las Rastreadoras del fuerte en Sinaloa. Mirna se acercó a las autoridades para buscar a su hijo, luego que desapareciera un 14 de julio de 2014, tres años después de buscar por fin encontró los restos de Roberto Corrales. Desde entonces, ella se ha dado a la tarea de acompañar a otras madres de familia que buscan a sus hijos e hijas.

En el largometraje se pueden ver escenas desgarradoras, y otras que contrastan con un poco de luz y alegría. Madres que aún les embarga el dolor por no saber el paradero de sus familiares y que, sin embargo, la misma esperanza de encontrarlos es lo que les da la fuerza para duplicar jornadas. Son mamás que trabajan, atienden sus hogares y se esfuerzan cada día para ir en búsqueda de cualquier pista que les pueda decir dónde están sus hijos e hijas.

“Nosotros estamos buscando a nuestros tesoros y si un día llega el diablo y nos dice: Aquí está un tesoro, cada una de Las rastreadoras del fuerte se va a garrar de la cola o de la mano del diablo y se va a ir con él a buscar ese tesoro”, comenta en el documental Nereida Medina.

Las rastreadoras del fuerte se han enfrentado por años al abandono del Estado y del Gobierno Federal, la complicidad de las autoridades con el crimen organizado y la indiferencia de la sociedad. No les ha dejado otra opción que hacer ellas mismas los que la Fiscalía del Estado se niega a hacer o simplemente hace a medias.

Esta mirada íntima que nos regala el director sinaloense es solo el reflejo de una lucha inagotable por mantener la llama de la esperanza y la fuerza para seguir buscando a sus seres queridos.

Documental para concientizar a la sociedad

El pasado 4 de mayo, el documental fue proyectado en el Aula Magna de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). La proyección contó con buena asistencia por parte de la comunidad universitaria de la UAM-C, quienes tuvieron la oportunidad de intercambiar opiniones con el director acerca de su trabajo fílmico.

Al hablar sobre la idea central del documental, José María explicó que el proyecto nació a través de un cortometraje sobre la normalización de la violencia en el norte del país, y durante la investigación del tema conoció a Mirna Nereida Medina, líder del colectivo de búsqueda de personas desaparecidas. Al conocer las historias de cada una de las madres que integran ese colectivo, así como las problemáticas a las que se enfrentan, él decidió desarrollar el proyecto por uno de mayor alcance, trabajo que se tuvo que realizar de manera independiente.

“Con Mirna, tuvimos la suerte de que tenemos bastantes cosas en común, con ella y con las mujeres del grupo, todo se dio de manera muy orgánica, fuimos trabajando y ganándonos su confianza para que la cámara fuera parte ya de la unidad que iba a rastrear y no sentirnos como que ella rastreaban y yo era una unidad aparte que estaba sobre ellas, con la cámara enfrente y eso se da a través de cosas muy humanas, como el interactuar entre nosotros”, comentó.

Al detallar sobre el proceso creativo, señaló que para él era muy importante saber cuándo sí grabar y cuándo apagar la cámara, asimismo dijo que duró cerca de 5 años grabando, pero de manera paulatina “grabábamos un tiempo y luego descansábamos porque se nos acababan los recursos, creo que eso nos ayudó a tener un mejor resultado”.

Comentó que la primera escena que se ve durante el documental refleja este shock, y es el momento en el que la líder de Las Rastreadoras del fuerte tiene un fuerte hallazgo,  “No les voy a mentir, se apachurra el corazón y con justa razón”. Este largometraje muestra cómo se lleva a cabo la búsqueda de los desaparecidos ante el desamparo del Estado, pero al mismo tiempo, te muestra a una familia unida de mujeres que nos recuerda que no todo es blanco o negro, sino que hay matices.

Señaló que hubo días pesados en los que él no daba crédito de lo que ocurría y de cómo las madres sacaban fuerzas para continuar con las búsquedas pues había ocasiones en que salían dos veces por semana a buscar rastros en medida de sus posibilidades, utilizando, picos, palas, etc.

En temas de seguridad, enfatizó que el miedo estuvo presente desde el día uno del rodaje, pero al ver la entereza y la resiliencia de Las Rastreadoras del fuerte, él también se contagiaba de esa valentía. “Todos teníamos preocupaciones, principalmente la desaparición forzada”.

Contó que un día mientras ellos se encontraban acompañando a Las Rastreadoras en un predio —una casa abandonada— fueron intimidados con detonaciones de armas de fuego. “No teníamos ni cinco minutos allí. Ellas ya estaban buscando y nosotros filmando, y nos tiraron balazos alrededor. Ninguna se intimidó, no hubo pánico, se hizo conciencia de lo que estaba pasando y se buscó un poquito más rápido para irnos. Esto te habla de la valentía de ellas. Nosotros vamos por un tiempo determinado pero ellas van a estar por muchísimo tiempo” comentó.

Puntualizó que con Te nombré en el silencio pretende hacer conciencia, que las personas hagan el esfuerzo por involucrarse, por exigir, pedir justicia. No ser indiferentes “salir de este entumecimiento y buscar los vehículos desde tu trinchera”, agregó que es importante preguntarse qué se puede hacer, cómo podemos entretejer soluciones y empujar hacia una vía que nos lleve a la justicia, no sólo en Sinaloa, sino en todo el país.

 

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