03 May 2022/ Noticias

Celebran el 17º aniversario de la Unidad Cuajimalpa de la UAM

Por UAM Cuajimalpa a las 03:05 pm


Con anécdotas, académicos de la UAM-C recuerdan los inicios de la Unidad.

Por Maribel Lozoya

Hace 17 años, el 26 de abril de 2005, el órgano informativo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) anunciaba en sus páginas la expansión de la universidad con una nueva unidad académica, ubicada al poniente de la Ciudad de México. Con esta acción se buscó que la UAM tuviera una Unidad en los cuatro puntos cardinales de la zona metropolitana, Azcapotzalco al norte, Iztapalapa al oriente, Xochimilco al sur, y Cuajimalpa al poniente.

Durante la sesión 264 del Colegio Académico de esta institución fue aprobada la creación de la cuarta unidad de la Casa abierta al tiempo. Aquel 26 de abril de 2005 comenzaría la historia de la Unidad Cuajimalpa de la UAM.

Para celebrar el decimoséptimo aniversario de su creación, la sección de Actividades culturales de la UAM-C organizó una serie de actividades en las que se habló de los retos de esta nueva unidad académica al poniente de la ciudad, así como de los aciertos y los compromisos pendientes para vincular de manera orgánica a la comunidad Universitaria con el entorno.

Coronalibro: propuesta visual al pensamiento crítico

Como parte de las funciones sustantivas de la Universidad, se llevó a cabo la presentación de Coronalibro, coordinado y compilado por el fotógrafo Francisco Mata Rosas, profesor adscrito al departamento de Ciencias de la Comunicación.

Durante la presentación del libro fotográfico, Mata Rosas explicó que esta publicación editada por la UAM-C forma parte de un proyecto mucho más amplio, el cual consiste en un conjunto de publicaciones guiadas por un fuerte compromiso social, entre las que destacan: Adiós TV, 43, Migración, Ser Mujer en Latinoamérica y Coronalibro. Todos los títulos, han sido el resultado de una respuesta a las diversas convocatorias emitidas por redes sociales.

El maestro en artes visuales por la UNAM explicó que en el caso de Coronalibro, se realizaron dos tomos, el primero de ellos en 2020. Para este ejemplar se tomaron en cuenta a 153 fotógrafos, y a 29 colaboradores, quienes escribieron textos relacionados con momento que se estaba viviendo debido a la crisis sanitaria que aquejo a todo el mundo.

Mientras que Coronalibro II (2021) conjuga entre sus páginas a 26 autores de textos que hablan sobre cómo se vivió y se vive la pandemia y esa esperanza lejana en para que acabara la crisis sanitaria. Esta edición alberga imágenes de 86 fotógrafos de todo el mundo.

El compilador de los libros señaló que en el caso de Coronalibro II sólo existe la versión digital, misma que se pude descargar de manera gratuita desde la página de Casa de libros abiertos (https://cutt.ly/cGv1TYK).

“Para este proyecto se recibieron fotografías de 6 mil participantes de más de 16 países. Es importante hablar de la edición fotográfica, y de cómo logramos establecer en estas páginas un encuentro y diálogo entre las fotografías, como una propuesta que invite a la reflexión. Estas imágenes son el reflejo de cómo entre todos podemos construir una propuesta que apele al pensamiento crítico, a la reflexión y un recordatorio de lo que fue y es la pandemia”, puntualizó Mata Rosas.

Al final de la presentación, se regalaron ejemplares de Coronalibro y los asistentes acudieron con Mata Rosas para que les firmara el fotolibro.

UAM-C, 17 años de aciertos, retos y pendientes futuros.

En la mesa de diálogo en la que participaron los doctores Margarita Espinosa, de la División de Ciencias de la comunicación y Diseño (DCCD), Arturo Rojo, adscrito a la División de Ciencias Naturales e Ingeniería (DCNI), Alejandro Araujo de la División de Ciencias Sociales y Humanidades (DCSH) y la alumna Zeltzin Palacios Rodríguez (Estudios Socioterritoriales), se compartieron algunas anécdotas que describían el inicio de una Unidad Académica con grandes retos.

Con cierta emoción, el doctor Arturo Rojo, quien también fuera rector de la UAM-C (2009-2013), mostró su alegría por celebrar un aniversario más de la Unidad, sobre todo después de dos largos años de ausencia. Durante su participación en la mesa de diálogo La UAM-C a 17 años de su creación: logros y desafíos, compartió varias anécdotas, una de ellas relacionada con la edificación de la sede definitiva de la UAM-C.

“Fue un 6 de enero cuando llego el primer cargamento con concreto para hacer los cimientos de este edificio. Nosotros decíamos que en lugar de oro, incienso y mirra, los reyes magos nos trajeron graba, acero y concreto”. Agregó que existe una superstición en la construcción, la cual consiste en echar monedas en el primer colado para hacer los cimientos, esto augura la buena fortuna, y una construcción fuerte. “Entre todos juntamos monedas y las colocamos en uno de los pilares como parte de estos buenos deseos para la construcción”.

Al hablar sobre su estancia en las sedes alternas, comentó que fueron momentos complicados para la comunidad universitaria, debido a que conforme pasaba el tiempo, la población aumentaba y no existían los espacios adecuados para las y los alumnos, así como para la plantilla docente, orillando a tener proyectos temporales.

Recordó que durante el primer trimestre de clases en el edificio de Baja California, no había mobiliario, y ese lunes, primer día de clases, llegaron los muebles a las 6:30 horas, “en ese momento, se acomodó el mobiliario y se fijaron los pizarrones, para iniciar clases a las 8:00 de la mañana”, recordó el doctor Rojo.

Para la doctora Margarita Espinosa, su primera impresión al llegar a la nueva unidad de la UAM fue apabullante, “me sorprendió muchísimo encontrar una biblioteca al fondo de un comedor, quienes nos encontrábamos en el edificio de Constituyentes recordaremos lo difícil  que era cruzar la av. Constituyentes y llegar en coche era complicado, salones chiquitos, oscuros con poca ventilación, ahorita sería imposible estar ahí con esta pandemia” recordó la Jefa de departamento de Ciencias de la Comunicación.

Señaló que otro momento sin duda relevante fue la llegada a la sede definitiva el 6 de enero de 2014, con los espacios adecuados para la convivencia entre profesores y alumnos, así como la instalación de espacios propicios para la formación profesional de sus alumnos, como los laboratorios de fotografía, televisión y las cabinas de radio. “Mi segundo momento fue en marzo de 2020, con la llegada de la pandemia, tuvimos que luchar para sacar adelante a nuestra universidad desde la investigación y la docencia”.

El Jefe del departamento de Humanidades, el doctor Alejandro Araujo, también coincidió que el tener un espacio propio como comunidad fue un momento relevante para la vida universitaria de la UAM-C, sin embargo, mencionó que en su estadía en las sedes alternas la convivencia con los profesores de la DCSH era más cercana, que ahora en la sede definitiva, pero, ahora el acercamiento con los alumnos es más estrecho.

Al hablar sobre los retos que existen entorno a la sustentabilidad, la interdisciplinariedad como ejes elementales en los planes de estudio de la UAM-C, los académicos señalaron que existen deudas importantes en ese campo. De acuerdo con el doctor Arturo Rojo, desde el planteamiento de la  interdisciplina, se ha resuelto con ofrecer Unidades de Enseñanza y Aprendizaje (UEA) de distintas licenciaturas a los alumnos, sin embargo no se han desarrollado UEAs netamente interdisciplinarias.

El doctor Araujo, señaló que la cuestión de la sustentabilidad fue importante en 2005; no obstante, actualmente existen temas que deben ser tratados con urgencia y que son delicados y deben asumirse con sensibilidad como: la violencia, los feminicidios, la violencia de género, la desigualdad, temas coyunturales que en 2005 no eran un foco de atención como son ahora. Dichos temas, comentó, también pueden ser atendidos desde la interdisciplina.

La jefa de departamento de Ciencias de la Comunicación fue enfática al mencionar que hacen falta UEAs  interdivisionales, pero para ello se necesita crear una oferta desde las distintas divisiones. Puntualizó que el tema de la sustentabilidad debe plantearse como una acción de transformación hacia el alumno para que se apropie de esa idea de manera permanente y no sólo durante su paso por la Universidad.

 “Tenemos un modelo educativo de tres elementos: filosófico, pedagógico y organizacional. Dentro del ámbito filosófico se destaca la enseñanza de valores como la sustentabilidad, equidad y justicia social, ética y autonomía. Estos valores deben interiorizarse y no reducirse a la información obtenida a través una conferencia, o como una UEA de primer trimestre que tenemos que aprobar, sino un enfoque profundo del que parta el pensamiento crítico”, aseveró la doctora Espinosa.

Remembranza de la UAM-C

Al momento de la creación de la Unidad Cuajimalpa se realizó un análisis en el cual se tomaban en cuenta las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de este nuevo proyecto de la Universidad Autónoma Metropolitana, informó el doctor Sergio Revah Moiseev, director de Apoyo a la investigación de la UAM.

El doctor galardonado con la Medalla al Mérito de Ciencias 2016 puntualizó que entre las fortalezas de esta unidad se encontraba el alto nivel del personal académico que fue invitado a sumarse a este proyecto, señaló que el prestigio de la plantilla docente se ha mantenido a lo largo de estos 17 años.

Además puntualizó que el modelo educativo implementado en la UAM-C siempre ha estado centrado en el aprendizaje de sus alumnos, enfocándose en el aprovechamiento de los recursos intelectuales, además de la excelente oferta académica que tiene.

A diferencia de cualquier pronóstico, la lejanía de la Unidad no fue impedimento para que pudiera consolidarse la plantilla docente. Además que la estabilidad de los docentes en la Unidad permitió la incorporación de posgrados en la División de Ciencias Naturales e Ingeniería  (CDNI) en muy poco tiempo, comentó el doctor Revah.

El profesor investigador con más de 30 años de trayectoria académica, puntualizó que es momento de discutir dentro de la institución la formación a distancia, tomando en cuenta, el proceso por el cual acaba de pasar toda la educación por la pandemia, obligando a los docentes a migrar a la educación remota a través de plataformas. Dicha discusión, también llevaría a otras más como la capacitación de los profesores, el alumnado y personal administrativo de la Universidad, finalizó el doctor Sergio Revah.

Galería fotográfica

Imagen 17 años
 
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