Microsismos: resultado de la extracción de agua y excesivas edificaciones
Por UAM Cuajimalpa a las 02:07 pm
Juan Manuel Espinosa Aranda, director General del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) comentó que la principal causa de los microsismos presentados el fin de semana pasado en las alcaldías Miguel Hidalgo y Álvaro Obregón puede ser el resultado de la constante extracción de agua del subsuelo, aunado a las grandes construcciones, mismas que han ocasionado fracturas en la parte baja del terreno.
En entrevista para el periódico el Universal, el titular de la dependencia alertó que los movimientos telúricos “podrían intensificarse” si se continúa con la extracción del líquido, además alertó que dicha acción también contribuye con el hundimiento de la ciudad.
Destacó que se debe considerar que en la Ciudad de México los sismos de baja intensidad están asociados a seis fallas geológicas: Chuiquihuite, Santa Catarina, Falla Santa Fe, Tenango y La Pera.
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) informó que si bien la intensidad de los microsismos fue baja, se percibieron en diferentes zonas de la capital, debido a la cercanía del epicentro, aunado a la poca profundidad.
Espinosa Aranda explicó que a mayor cercanía con el epicentro, las ondas sísmicas se acentúan, y a mayor distancia el sismo se siente más fuerte, como es el caso de estos eventos.
Enfatizó que la constante extracción del agua del subsuelo ha desgastado o removido las capas de arcilla y otros materiales, que incluso, ocasionan el hundimiento de la capital, ya que con la constante extracción del líquido, no se permite el llenado de los mantos con el suficiente líquido proveniente de la Cuenca Valle de México.
Agregó que estos eventos pudieron ocurrir como resultado de la acumulación de tensión regional, o bien, el hundimiento del Valle de México podría originar tensiones que, si bien no generan propiamente sismos, si pudiera dispararlos.
Además, sostuvó que la Cuenca del Valle de México, donde se encuentra la ciudad está ubicada sobre uno de los más importantes rasgos fisiográficos del país: La Faja Volcánica Trans-Mexicana, la cual abarca desde el Golfo de México hasta el Océano Pacífico.
Aunque en esta zona también existen remanencias volcánicas, donde dominan el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl, el Ajusco, el Estado de México, y el Nevado de Toluca.
De allí la actividad sísmica de la Cuenca de México y sus alrededores es poco numerosa y de baja magnitud, aunque sí llegan a registrarse varios movimientos sísmicos a lo largo del año.
La composición del suelo de la Ciudad de México es un asunto de gran relevancia, pues la sismicidad alta se concentra en el terreno blando, mismo que configura algunas zonas del Valle de México.
De ahí que preocupe que cientos de edificios incumplan las normas de construcción, “pues nadie sabe qué pasará con ellos ante futuros sismos”. Ante eventualidades, dijo, “una construcción correcta y racional es nuestro mejor instrumento”.
Precisó que en la Ciudad de México, 38 de los 40 edificios que colapsaron el 19 de septiembre de 2017 son previos al sismo de 1985 de magnitud 8.1, lo que dio lugar a cambios en los ordenamientos para construir.
“El temblor del 19 de septiembre de1985 fue más grande para edificios de hasta 15 pisos, pero en lo que respecta a edificios bajos, fue más chico. Pero de 2017 indujo fuerzas en los edificios bajos más fuertes que el temblor de hace 34 años. Es decir, estos impactos dependen del tamaño del edifico, de la frecuencia de la vibración de éste y si las fuerzas de inercia son más grandes o pequeñas”, apuntó.
Con información de El Universal
https://www.eluniversal.com.mx/metropoli/cdmx/microsismos-por-obras-y-extraccion-de-agua
Imagen tomada de El Universal
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