31 May 2019/ Miscelanea

México le roba todo a indígenas; su agua, sus tierras y hasta su lengua: Yasnaya Aguilar

Por UAM Cuajimalpa a las 04:05 pm


  • La activista, escritora y lingüista señala que nuestra nación es un conjunto de naciones con territorios, lenguas, identidades en común que quedaron encapsuladas en el Estado mexicano, mismo que ha tratado de invisibilidad toda la historia que hay detrás.

El agua, la tierra y hasta su lengua materna, es parte del despojo que sufre la población indígena en México. La activista mixe Yásnaya Elena Aguilar Gil, denunció en entrevista para Sin Embargo –portal de noticias– que el Gobierno mexicano se niega a permitir que las comunidades logren su autonomía, lo cual provoca deterioro en los sistemas de educación y salud.

Durante años, Yásnaya ha peleado por los derechos de los habitantes de Ayutla, en la zona mixe de Oaxaca. “Hay que imaginar un futuro en el que toda la diversidad de pueblos y naciones pueda tener derecho a su autodeterminación”. La también escritora señaló que se debe repensar en las maneras de relacionarnos con la naturaleza y con las formas de consumo, “acabar con los recursos es atentar contra la humanidad”, agrega.

En el libro El futuro es hoy. Ideas radicales para México (Biblioteca Nueva, 2018), Aguilar Gil indica que México es un conjunto de naciones. De acuerdo con la autora, el estado mexicano ha construido la idea de que somos una sola nación, pero en realidad somos un conjunto de ellas, con territorios, lenguas e identidades en común que quedaron encapsuladas en el estado mexicano. Es a partir de esta idea que ha negado toda la historia que hay detrás.

Se reporta que en 1820, cuando empieza la vida como una nación independiente, entre el 65 y el 70 por ciento de la población hablaba una lengua indígena. Actualmente, sólo el 6.5 por ciento habla una lengua originaria. De acuerdo con la lingüista, el que las personas dejaran de hablar en su lengua no fue una decisión personal o efectos de la globalización, sino que hubo un conjunto de políticas públicas, sobre todo después de la Revolución Mexicana, enfocadas a eliminar las lenguas indígenas.

Yásnaya afirma que, en este país, las personas aún son discriminadas por hablar una lengua indígena en el salón de clases. También comenta que hay reportes de castigos físicos y psicológicos por hablar una lengua indígena en el salón de clases. Hay una discriminación sistemática: el estado sigue actuando como monolingüe en contextos multilingües. No existe la voluntad del estado para que la educación se imparta en otras lenguas.

Destacó: “La lucha por las lenguas no puede entenderse sin la lucha por la autonomía de los pueblos indígenas. Los pueblos debemos tener injerencia en nuestro sistema de salud, en nuestro sistema de impartición de justicia, nuestros territorios, nuestro sistema educativo. Si el Estado sigue decidiendo, si no deja que participemos, pues seguirá habiendo una educación monocultural, monolingüe.”

 Las comunidades han estado trabajando para implementar acciones para detener este tipo de despojo, no solo en la lengua, sino también en el territorio y en los recursos.

Uno de los principales retos de los pueblos indígenas es la defensa del territorio. La activista denuncia que no se respetan los protocolos internacionales ni los convenios que México ha firmado sobre cómo se debe hacer una consulta. Hay una trayectoria, todo un marco legal que obliga al estado mexicano a hacer la consulta de cierta manera. El estado está obligado, si no lo hace, viola la Ley.

Aguilar Gil dijo que tanto los especialistas como la Unesco  han pronosticado que en 100 años más de la mitad de las lenguas del mundo habrán desaparecido, esta proyección es consecuencia de la conformación de los estados nacionales. Existen el país diferentes iniciativas para revertir esta situación. En Oaxaca, por ejemplo, hay una asociación civil que está luchando por los derechos lingüísticos en el sistema judicial y en el sistema de salud. Dicha iniciativa se inició junto con la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, que imparte la primera maestría en todo el país en interpretación y traducción de las lenguas indígenas.

Se necesita un sistema educativo más autónomo para que se pueda responder a las necesidades de los pueblos indígenas. Es difícil: el estado debe soltar el control. No puede haber una sola visión educativa para todo el país. Cada pueblo debe decidir cómo impartir esa educación. Las lenguas pasan por el reconocimiento al derecho a la autonomía.

Al concluir la entrevista, la escritora enfatizó que es importante imaginar un futuro en el que toda la diversidad de pueblos y naciones pueda tener derecho a su autodeterminación. “Debemos repensar nuestras maneras de relacionarnos con la naturaleza y con las formas de consumo. Acabar con los recursos es atentar contra la humanidad”.

Con información de Sin Embargo

https://www.sinembargo.mx/18-05-2019/3552154

Con imagen de Sin Embargo

https://www.sinembargo.mx/18-05-2019/3552154


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