27 Sep 2018/ Miscelanea

Las Humanidades también contribuyen con el incremento del PIB de los países: Adela Cortina

Por UAM Cuajimalpa a las 12:09 pm


  • Las humanidades son útiles y tienen la peculiaridad de conjugar la utilidad con la “fecundidad” ya que promueven la formación de las personas y el cultivo de la humanidad.

Por mucho tiempo se ha creído que las Humanidades tienen una nula participación en el desarrollo de un país. Esta creencia es sostenida por quienes diseñan planes de estudio y financian proyectos de investigación. Por esta razón, dichas personas se interesan más en proyectos relacionados directamente con las ciencias duras y la tecnología, ya que éstas son consideradas fuente de innovación y riqueza al incrementar el Producto Interno Bruto (PIB) de los países.

Adela Cortina, catedrática Emérita de Ética y Filosofía Política –de la Universidad de Valencia–, destaca que las Humanidades son también útiles, pero tienen la peculiaridad de conjugar la utilidad con lo que podría llamarse “fecundidad”. A su  juicio, conviene reservar el término “utilidad” para las actividades que valen porque sirven para otras cosas, y recurrir al término “fecundidad” para los saberes que valen por sí mismos, ya que promueven la formación de las personas, el cultivo de la humanidad.

En este sentido, la filósofa recomienda acudir a textos como el de Rens Bod A New History of the Humanities, en el que defiende que las Humanidades también han contribuido al progreso económico y han resuelto problemas específicos. Según Bod, lo que sucede es que se han escrito muchas historias de la Ciencia destacando sus logros para el bienestar de la humanidad, pero no se han escrito historias de las Humanidades que enfaticen el papel que han jugado en la resolución de problemas concretos.

Las Humanidades son, pues, también productivas como saberes que contribuyen directamente al aumento del PIB de los países; una contribución que crecerá día a día. Ayudan a conocer reflexivamente la historia para poder encontrar el propio lugar en el mundo, la historia de cada país y la del género humano, que es ya sin duda intercultural. Asimismo, permiten detectar qué tendencias se deben cultivar tanto en el ámbito los valores morales, así como en el de principios éticos.

Por ende, las Humanidades orientan las investigaciones científicas y las aplicaciones técnicas desde principios éticos. Promueven la formación de profesionales conscientes de las metas de su profesión. Propician el cultivo de la humanidad, la formación y no la mera instrucción, desarrollando la capacidad del juicio y del buen gusto, que abre la base de la comunicabilidad universal.

Finalmente, las disciplinas humanísticas fomentan la imaginación creadora que permite trasladarnos a mundos nunca antes vistos y potenciar el sentimiento de simpatía. La simpatía, a su vez, hace posible superar la trampa del individualismo, que es incorrecto, y fomentar el reconocimiento recíproco de los seres humanos como personas, haciendo patente que somos en relación. Estas disciplinas colaboran en la tarea de sentar las bases de democracias auténticas, desde una ciudadanía madura, a la vez local y cosmopolita.

Para Adela Cortina, afirmar que las Humanidades no influyen en el progreso humano, es un absurdo. Por el contrario, son útiles, proporcionan beneficio económico, han sido y son fuente de innovación, porque ofrecen soluciones para problemas concretos, que se traducen en “transferencia del conocimiento” al tejido productivo.

Artículo de Adela Cortina publicado en El País

https://elpais.com/elpais/2018/09/21/opinion/1537546087_719320.html

 

Con imagen de El País

https://elpais.com/elpais/2018/09/21/opinion/1537546087_719320.html

 


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