La verdad sobre los 43 está cerca... “este año la vamos a encontrar”: abogado
Por UAM Cuajimalpa a las 02:09 pm
- “La CNDH le ha demostrado al gobierno mexicano que su investigación está mal”: Emiliano Navarrete, padre de José Ángel.
Al concluir la marcha para conmemorar cuatro años de aquella fatídica “Noche de Iguala”, Vidulfo Rosales, abogado de los padres de los estudiantes víctimas de desaparición forzada, aseguró que la verdad está cerca “y este año la vamos a encontrar”. El abogado refrendó la “firme convicción” de que pronto se conformará la Comisión de la Verdad y la Justicia para el caso Ayotzinapa, cuya creación –ordenada por un juez de Reynosa, Tamaulipas– fue bloqueada por una serie de amparos que interpuso el gobierno federal.
Representantes de los padres de los desaparecidos de Ayotzinapa –quienes horas antes de iniciar la marcha por los 43 normalistas– sostuvieron una reunión con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador. Ante esta reunión, Emiliano Navarrete subrayó: “El único objetivo para nosotros es que esclarezca el caso Ayotzinapa, porque hereda esta responsabilidad”.
Frente a miles de personas que participaron en la marcha y luego se aglutinaron en el Zócalo capitalino, madres y padres de los desaparecidos hablaron de su esperanza, pero también de su coraje hacia el gobierno de Enrique Peña Nieto, quien a lo largo de los últimos cuatro años mantuvo la llamada “verdad histórica”.
“Todavía nos engaña pensando que, como los padres somos de los pueblos originarios, no reclamaríamos a nuestros hijos, pero se equivocó, aquí nos tiene. Cuatro años de lucha repitiendo la consigna: ‘¡vivos los queremos!'”, lanzó Cristina Bautista Salvador al tomar el micrófono.
Emiliano Navarrete, padre de José Ángel denunció: “La ONU, en la cara le puso a este gobierno que lo que dice lo tuvo a base de torturar a estas personas detenidas (…) La misma CNDH le ha demostrado al gobierno mexicano que su investigación está mal”. Añadió: “El gobierno está aferrado a querernos someter en una forma que ellos inventaron, una supuesta verdad. ¿Cómo puedes aceptar algo que no existe? No, señores, no vamos a aceptar la versión del gobierno”.
En el mitin que inició pasadas las seis de la tarde, Rosales recordó que los normalistas de Ayotzinapa “más o menos a esa hora salían de la escuela rural rumbo a Iguala para recoger participaciones voluntarias y tomar autobuses para venir aquí (a la Ciudad de México) a conmemorar la masacre del 2 de octubre”.
Bautista agregó: “Sabemos que no somos los únicos que estamos sufriendo de no tener a nuestros seres queridos. Debemos de caminar juntos para llegar a la verdad (…) Nosotros los padres de familia queremos decirles que no nos vamos a rendir”.
En el templete instalado en la explanada del Zócalo capitalino, los familiares de los normalistas se colocaron en fila, sosteniendo entre sus manos imágenes con los rostros de sus hijos. Detrás de ellos, cuatro estudiantes levantaron mantas en color rojo, donde se planteaban cuatro líneas de investigación “imprescindibles para la verdad y la justicia”.
Las líneas de investigación propuestas pedían indagar en la policía municipal de Huitzuco, revisar la actividad de los celulares de los normalistas desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014, determinar el papel que tuvo el Ejército, y que se considere que el móvil del ataque fue el trasiego de heroína de Guerrero a Chicago, Estados Unidos.
Como cada año, miles de personas se reunieron en el Ángel de la Independencia, para comenzar la marcha que llegaría al Zócalo capitalino en donde se llevaría a cabo el mitin. El recorrido inició en punto de las cinco de la tarde encabezado por los padres de los normalistas, seguidos de columnas de estudiantes de la Escuela Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa.
A la marcha asistieron contingentes provenientes de diferentes planteles de las Universidades: Nacional Autónoma de México (UNAM), la Autónoma Metropolitana (UAM), la Autónoma de la Ciudad de México (UACM), así como del Colegio de Bachilleres. También se sumaron a la marcha sindicatos, organizaciones civiles, Amnistía Internacional Sección México y Representantes del Alto Comisionado de la ONU.
Al llegar al antimonumento a los 43 instalado en el cruce del Caballito, el vocero Felipe de la Cruz aseveró que este sexenio “termina con las manos manchadas de sangre”. Y antes de proceder al pase de lista de los 43 estudiantes desaparecidos, agradeció “a todos los que nos acompañaron este día, y que nos acompañaron cada 26 del mes a lo largo de estos cuatro años”.
A través de las bocinas instaladas en el antiguo camión que abrió la marcha, una normalista soltó: “Dicen que las normales rurales son un semillero de guerrilleros, pero se olvidan que este país es libre porque fue rebelde”.
Ni la intensa lluvia pudo callar las consigas de los asistentes, de pronto, el carril derecho de Paseo de la Reforma se llenó de paraguas y capas de lluvia. Los jóvenes normalistas no cubrieron sus playeras negras –con los 43 rostros impresos– y en poco tiempo quedaron empapados. Pero no dejaron de gritar consignas.
“Los estudiantes de las normales rurales somos los hijos de la clase desprotegida”, lanzó un alumno de Ayotzinapa.
Con información de Proceso
Con imagen de Proceso