25 Jan 2019/ Miscelanea

La cifra de desaparecidos es más alta de la que admitió Peña Nieto

Por UAM Cuajimalpa a las 01:01 pm


40 mil 180 personas han sido reportadas como desaparecidas informó recientemente el ex titular de la Comisión Nacional de Búsqueda.

 

La herida causada por las desapariciones en México está peor de lo que informó el equipo administrativo de Enrique Peña Nieto. De acuerdo con los diagnósticos realizados por la propia administración priista, pero que no se habían dado a conocer, no son 37 mil, sino 40 mil 180 los desaparecidos desde 2006.

16 mil 520 cadáveres son conservados en anfiteatros o fueron enterrados en fosas comunes de 27 estados. Ante tales cifras, organizaciones civiles exigen al gobierno de Andrés Manuel López Obrador que anuncie cómo resolverá el problema.

Al comienzo de esta nueva administración, se ha dado a conocer diagnósticos del gobierno de Enrique Peña Nieto cuyos resultados no habían sido públicos pero que aportan información sobre la llamada tragedia humana por la desaparición de personas, drama que México vive como consecuencia de 12 años de “guerra contra las drogas”.

Uno de los hallazgos obliga al ajuste de cifras de personas desaparecidas. La administración de Peña Nieto señaló en su momento que 37 mil personas fueron reportadas como desaparecidas. Sin embargo, el pasado jueves 17 de enero Roberto Cabrera Alfaro –días después de presentar su renuncia como titular de la Comisión Nacional de Búsqueda– reveló que el número de personas que el gobierno tiene reportadas como desaparecidas asciende a 40 mil 180, desde el 2006.

En conferencia de prensa también alertó sobre la existencia de las huellas dactilares de 36 mil 708 cadáveres que permanecen sin ser identificados. En cuatro mil 546 casos se pudo saber la identidad de las víctimas mediante una confronta de sus huellas dactilares con la base de datos del Instituto Nacional Electoral.

Hasta el 5 de diciembre, la comisión no obtuvo una pronta respuesta en mil 818 casos cuando solicitó información a los estados en los que las identificaciones dieron positivo. El comisionado dijo que también suponía que ni siquiera existían las carpetas de investigación en las fiscalías o que simplemente desconocían el paradero de las víctimas.

Así, las entidades con más cadáveres atorados en ese limbo de desinformación son Jalisco, con 658 casos; Estado de México, con 129, y Sonora, con 85. Sin embargo, no son las únicas cifras descubiertas.

La Subprocuraduría de Derechos Humanos de la Procuraduría General de la República (PGR), con apoyo de la Agencia de Investigación Criminal, la Comisión Nacional de Búsqueda y la Coordinación de Planeación, Desarrollo e Innovación Institucional, creó el documento Diagnóstico para el Programa Nacional de Exhumaciones –del cual Proceso obtuvo una copia parcial– que permite esbozar el tamaño del reto que enfrenta el nuevo gobierno federal y la pesadilla que lacera a miles de familias.

El documento de 73 hojas es un primer corte de caja sobre el número de cadáveres ingresados a los Servicios Médicos Forenses (Semefos) de los estados y que no fueron identificados, también habla sobre la incapacidad de cada entidad para investigar a las víctimas, el número de fosas clandestinas localizadas en esos cinco años y el grado de implementación de las bases de datos que permiten confrontar si los cuerpos ingresados a los Semefos tienen las características de algunas de los reportados como desaparecidos.

En el informe se menciona que al menos 16 mil 520 cadáveres son conservados en anfiteatros o fueron enterrados en fosas comunes de 27 estados. La cifra es conservadora porque carece de información de los gobiernos locales que son focos rojos en materia de desapariciones, como Coahuila, Jalisco, Sinaloa, Sonora y parcialmente Guerrero, que omitió esos datos. Tampoco respondieron Nayarit ni Campeche.

De esa manera, de acuerdo con los resultados presentados, se puede afirmar que las fiscalías estatales identifican, en promedio, 38 por ciento de los cadáveres a su cargo, mientras que la PGR, 39 por ciento.

El documento que fue creado por mandato de la Ley General en Materia de Personas Desaparecidas también da cuenta que bajo la tutela del Centro Médico Forense Federal (Cemefofe) de la PGR fueron ingresados 420 cuerpos exhumados de fosas y que 273 seguían sin tener un nombre.

El grado de éxito en la identificación de cadáveres varía de un gobierno a otro: mientras en Chihuahua –donde la administración estatal firmó un convenio con el Equipo Argentino de Antropología Forense– es de 78 por ciento, en Durango o Michoacán, que sólo contabiliza los casos en Morelia, el promedio es de siete por ciento.

Los estados que reportaron que no pudieron identificar ninguno de los cadáveres que ingresaron a sus Semefos son Aguascalientes, Baja California, Oaxaca, San Luis Potosí, Quintana Roo y Tabasco.

Llama la atención que entidades con alta incidencia de desapariciones, como el Estado de México o Guerrero, no proporcionaron información sobre las víctimas identificadas. En el Edomex, por ejemplo, sólo se menciona que tres mil 497 cuerpos fueron enviados a la fosa común; no obstante, carece de datos sobre cuántos cadáveres habían ingresado en calidad de desconocidos.

El caso de Morelos también resulta incongruente: el gobierno estatal informó que identificó todos los cadáveres que tuvo en sus morgues, pese al escándalo que se desató cuando familiares de desaparecidos descubrieron que la propia Fiscalía local creó cementerios donde arrojó los cuerpos sin identificar.

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Con información de Proceso

https://www.proceso.com.mx/568821/la-cifra-de-desaparecidos-es-mas-alta-de-la-que-admitio-pena-nieto

 

Con imagen de Proceso

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