23 Feb 2021/ Miscelanea

¿Guacamayas? ¿Tucanes? ¿Monos? Entregan en todo México. Usted pídalos. Están en WhatsApp

Por UAM Cuajimalpa a las 12:02 pm


Por Dulce Olvera

Un mono araña, un mono saraguato, un loro cabeza amarilla, un perico cabeza naranja, una guacamaya roja, un tucán pico canoa, un mapache Islas Marías o un mapache de Cozumel. Todas ellas son especies que están bajo amenaza, sujetas a protección especial o incluso en peligro de extinción. Sin embargo, eso no ha impedido que sean vendidas a través de distintas plataformas tecnológicas.

El intercambio ilegal se da en páginas de Facebook, Instagram y chats de WhatsApp. Para hacerse de alguno de estos animales silvestres en riesgo solo basta pedirlos. Todo ello ocurre con una Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) debilitada y rebasada, según han señalado organizaciones ambientalistas.

Desde el 2008, alerta la Profepa, se encuentra prohibida la venta o posesión de cualquier especie de la familia de guacamayas, loros o pericos que se distribuyen en México a menos que tengan más de diez años.

En el chat de “Pericos y loros”, en WhatsApp, una persona vendía en tres mil pesos sus dos últimos mapaches. “Son sin papeles. No salgan que con papeles”, escribió el traficante en el chat al que tuvo acceso este medio.

El mapache Islas Marías y el mapache de Cozumel están catalogados en peligro de extinción por la Norma Mexicana 059 (NOM-059), la cual cuenta con una lista actualizada en 2020 de 535 especies en peligro de extinción, 912 amenazadas y mil 183 sujetas a cuidado especial.

Otro individuo ofertó en 17 mil pesos un mono araña y en siete mil 500 un mono sarahuato, ambos también catalogados como especies en peligro de extinción. Pero especificó que solo a mayoristas.

“No insista, no damos rebajas, debe demostrar que es revendedor”, escribió a pesar de que la captura con fines de tráfico y tenencia implica nueve años de cárcel si el espécimen está bajo alguna categoría de riesgo de acuerdo con el artículo 420 del Código Penal Federal.

Un usuario más de WhatsApp preguntó si alguien vendía un tigre de bengala o blanco en la Ciudad de México. “¿Quién con búho tambor?”, cuestionó uno más. “¿Quién con guacamaya roja?”, preguntaron sobre el ave en peligro de extinción.

México ocupa el primer lugar con mayores especies en peligro de extinción en América Latina. La Ley General de Vida Silvestre refiere que para poder tener en posesión un animal silvestre es necesario mantenerlo en estricto confinamiento y acreditar su legal procedencia, para lo cual es necesario que sea registrado dentro de un Padrón de Colección y que se cuente con un Plan de Manejo aprobado por la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat). De lo contrario, se sanciona hasta con 50 mil veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), equivalente a más de cuatro millones de pesos.

Las organizaciones Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), TRAFFIC e International Fund for Animal Welfare (IFAW) coordinaron desde 2018 la Coalición para Acabar con el Tráfico de Fauna Silvestre en Internet, conformada por empresas trasnacionales como Facebook, Instagram, eBay, Google, Pinterest, Microsoft, entre otras 34 compañías con más de nueve billones de cuentas.

 

Ante denuncias ciudadanas y la falta de documentos, la Profepa ha rescatado de enero de 2020 a enero de 2021 especies en peligro, entre ellas, loros, guacamayas rojas y verdes, cachorro de ocelote, tucanes y tortugas, como muestran los marcadores en los estados del mapa. Solo el 26 de noviembre se aseguraron más de 15 mil ejemplares de vida silvestre en dos domicilios ubicados en la Alcaldía Iztapalapa, en la Ciudad de México, entre ellos especies en peligro.

Sin embargo, durante el periodo 2019-2020, la organización AnimaNaturalis México detectó cómo los recortes presupuestales a la Profepa (25 por ciento en el último lustro) han derivado en “débiles resultados” sobre el combate al tráfico de especies, ya que desaparecen los animales que decomisan. A eso se suma que 26 delegaciones estatales reportaron no tener recursos para alimentos y medicamentos, y 16 dijeron no contar con veterinarios.

Hasta el momento no aparecen los datos del lugar donde fueron depositados 970 animales silvestres que fueron asegurados por esta instancia de la Semarnat de 2019 a julio de 2020, por lo que están desaparecidos tigres, leones, jaguares, cocodrilos, venados, diversas especies de reptiles y aves exóticas.

La persona propietaria de los pericos australianos alertó a la Profepa desde octubre pasado en la plataforma de denuncias sobre el tráfico en redes sociales. También les escribió al Facebook para compartirles capturas de los chats. Hasta febrero recibió como respuesta que al no haber la “certeza” de que los datos provistos por los usuarios sobre venta de ejemplares de vida silvestre “sean veraces”, se “dificulta” que esté en posibilidad de llevar a cabo las acciones de inspección y en su caso sanción.

Pero la Profepa reconoce que la venta de ejemplares de vida silvestre “ha incrementado” a través de redes sociales, por lo que lleva a cabo monitoreos de dichos medios electrónicos para determinar la existencia de actos ilícitos.

“¿Cómo hablar de regular y de prohibir determinadas situaciones cuando el marco normativo actual está lejos de cumplirse por parte de una autoridad limitada presupuestalmente, limitada en recursos humanos y con problemas de operación y transparencia?”, cuestionó Arturo Berlanga, director de AninaNaturalis México.

Al occidente del país, a una veterinaria especializada llegan diversos comerciantes vendiendo gato por liebre. Ofertan pericos supuestamente cabeza amarilla, demandados por “hablar”. Pero no lo son. Les decoloran la cabeza con sustancias químicas. Este maltrato les ocasiona quemaduras, puede dejarlos ciegos o matarlos meses después por intoxicación o estrés. De enero a abril, época de cría de loros, se registra el saqueo de nidos de su hábitat natural para venderlos. La NOM-059 tiene registradas 22 especies de loro en riesgo.

“De las aves que llegan, un 70 u 80 por ciento son ilegales. Pero nunca se menciona la palabra legal. Muchos consumidores ni saben de la NOM-059 ni cuáles aves están en peligro. Solo les importa que hablen porque les gustan, pero no saben la historia detrás”, dijo un veterinario. Llegan al sitio sobre todo guacamayas verdes, rojas, y pericos de cabeza amarilla y mejillas amarillas. Las personas compran los polluelos ilegales entre 500 y 700 pesos.

“Cuando llegan legales con sus papeles hasta nos emocionamos, porque usualmente no se ve. Existen muchos criaderos en México que tienen aves totalmente legales y que no están en peligro de extinción”.

 

Con información de Sin Embargo

https://www.sinembargo.mx/22-02-2021/3939777

Imagen tomada de Sin Embargo

https://www.sinembargo.mx/22-02-2021/3939777


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