05 Oct 2018/ Miscelanea

En Uruguay, grupos evangélicos paralizan una ley a favor de la población trans

Por UAM Cuajimalpa a las 01:10 pm


  • La filosofía global de la normativa es proteger a un colectivo especialmente marginado.

La ley que protege a las personas trans –travestis, transexuales y transgénero– ha generado una resistencia inesperada en Uruguay, con manifestaciones, mensajes en redes sociales y la recolección de firmas contra el proyecto.

El colectivo trans, que no llega a las mil personas, tiene el apoyo de varias decenas de asociaciones que acusan a las iglesias evangélicas de orquestar una campaña con tintes religiosos en el país más laico y con menos creyentes de América Latina.

El proyecto de ley uruguayo propone medidas de discriminación positiva para las personas trans, como el acceso a becas y puestos de trabajo estatales; también contempla que el cambio de sexo se pueda hacer en la sanidad pública de forma gratuita y facilita el cambio de identidad.

La ley que actualmente se encuentra paralizada, prevé indemnizar a las víctimas de la represión durante la dictadura vivida entre1973 y 1985 con una pensión de 350 dólares mensuales. La filosofía global de la normativa es proteger a un colectivo especialmente marginado. En el país latinoamericano las personas trans tienen una esperanza de vida de 35 años, por lo que abrir espacios laborales ayuda a que la principal opción de subsistencia de estas personas no sea la prostitución.

El capítulo más polémico tiene que ver con la autorización del cambio de sexo, tanto hormonal como quirúrgico, para los menores de edad sin el consentimiento de sus padres. La oposición del Partido Nacional (centro derecha) ha exigido que se eliminen estas disposiciones, mientras que, la coalición de izquierdas en el poder, el Frente Amplio, promueve la normativa.

Ante las protestas se ha decidido suprimir la autorización de las operaciones quirúrgicas de cambio de sexo para los menores que no tengan el apoyo de sus padres. El argumento principal es que en Uruguay tan solo el 1 por ciento de la población trans, tanto adulta como adolescente, se somete a este tipo de intervención. Las principales sociedades médicas lo apoyan y desde la política o las organizaciones sociales nunca hubo oposición.

Sin embargo, la llegada de una petición de 40 mil firmas contra estas medidas, en un país con poco menos de cuatro millones de habitantes, ha causado sorpresa y revuelo político, especialmente cuando se supo que personas cercanas a la iglesia evangélica Misión Vida, una de las más grandes del país, fueron quienes presentaron la petición en el Parlamento.

Las organizaciones de apoyo a la ley, han argumentado que en Uruguay las personas trans son los más vulnerables, aseguran que las personas de este colectivo tienen una esperanza de vida de 35 años, cuando la media nacional es de 77 años.

Según cifras de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, el 25 por ciento abandonó su domicilio antes de los 18 años después de ser rechazado por su familia, el 87 por ciento no terminó estudios secundarios y sufrió discriminación en el ámbito educativo y el 67 por ciento tuvo que prostituirse para generar un ingreso. Agregaron que durante la dictadura, los trans sufrieron torturas, violencia sexual y cárcel injustificada.

Con información de El País

https://elpais.com/internacional/2018/10/03/america/1538575214_030690.html

 

Con imagen de El País

https://elpais.com/internacional/2018/10/03/america/1538575214_030690.html


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