15 May 2020/ Miscelanea

El Sol es amarillo y otras 'fake news' astronómicas

Por UAM Cuajimalpa a las 04:05 pm


Muchos fenómenos astronómicos escapan de nuestra intuición o “sentido común”, que directamente nos engaña.

Pablo G. Pérez González / Patricia Sánchez Blázquez

La astronomía es la ciencia que más cerca ha estado de la evolución intelectual del hombre desde sus orígenes. No en vano, el cielo abarca la mitad de nuestro entorno y tanto el Sol como la Luna, e incluso las estrellas, afectan e incluso rigen nuestra actividad (no así nuestro carácter o destino). Sin embargo, la explicación de casi todos los fenómenos astronómicos no es nada intuitiva. Traten de imaginarse un universo infinito, o un padre que tras viajar por el espacio encuentra a una hija 30 años mayor que él, o no poder levantar una cuchara de café de algún material.

Nuestro cerebro no es capaz de imaginar lo que no percibe, y lo que percibe es un entorno extremadamente “raro” si lo comparamos con el resto del universo. Hay, además, conceptos que nos acompañan desde niños, explicados de manera sencilla, o que nos cuelan en películas y nunca nos planteamos de manera crítica, como debe hacer toda mente científica. El resultado son nociones astronómicas erróneas que, extrañamente, perviven en nuestra sociedad y se resisten a desaparecer y ser sustituidas por explicaciones científicas correctas. Mencionaremos en este post algunos de estos “hechos alternativos” astronómicos:

El Sol es amarillo. ¿Quién no ha pintado el Sol de amarillo? Pues no es su color, el astro rey es fundamentalmente blanco, ya que emite una cantidad de luz similar en todos los colores que percibimos (los del arcoíris). Si quisiéramos asignarle un color, el Sol debería ser verde, es el que domina sobre los demás (solo por un 5 por ciento, imperceptible). Si lo vemos amarillo es porque el rojo y el verde -cuya composición es, precisamente, amarillo- son los colores que menos se desvían a su paso por la atmósfera y esos rayos amarillos nos llegan directamente del disco solar. Este efecto explica también por qué el cielo es azul o los flashes verdes.

El Sol sale por el este y se pone por el oeste. Nos lo enseñaron en la escuela, pero el Sol solo sale exactamente por el este y se pone exactamente por el oeste un par de días al año en unas latitudes como las de España, en lo que se llaman los equinoccios de primavera y otoño, días en los que la noche y el día duran 12 horas.

Después de los equinoccios, la salida del Sol está desplazada hacia el sur en otoño e invierno y hacia el norte en primavera y verano (esta semana, por ejemplo, sale por N 70º E en el norte de España, o 20º más al Norte que el Este). Y esto ni siquiera es así en latitudes suficientemente altas, donde el Sol no tiene una salida y una puesta diaria durante cierta época del año.

De día hay sol, de noche hay luna. Otra gran mentira que nos inculcan de pequeños, no sabríamos decir el porqué. La Luna es visible de día durante gran parte de su ciclo de 28 días. Su visibilidad se ciñe a la noche cuando hay luna llena, y al día durante luna nueva. Si la luna solo se viera de noche no podría haber eclipses de Sol, pero, aun así, esa falsa percepción pervive.

En verano hace más calor porque la Tierra está más cerca del Sol que en invierno. Sería así de fácil si las distancias entre astros fueran parecidas a las que estamos acostumbrados en la superficie terrestre. Pero la diferencia entre la máxima y la mínima distancia entre la Tierra y el Sol es de un 3 por ciento, y eso influye en menos de un 10 por ciento en la cantidad de energía que nos llega de nuestra estrella, lo que no explica las estaciones.

La explicación de las estaciones está relacionada con efectos menos intuitivos relacionados con la inclinación del eje de rotación de la Tierra con respecto al plano de la órbita alrededor del Sol, que se deja notar en la altura que alcanza el Sol sobre el horizonte, el ángulo en el que inciden sus rayos sobre la superficie terrestre y la duración del día.

Las naves espaciales llevan los cohetes propulsores encendidos continuamente, solo hay agua en la Tierra, o solo agua líquida, las superlunas y el tamaño de la luna cerca del horizonte, la dirección que sigue la cola de los cometas, el concepto del Big Bang y de la expansión del universo...

Hay múltiples ejemplos de conceptos astronómicos que todavía no son parte de nuestro acervo cultural básico, pero que se refieren a fenómenos que nos acompañan toda nuestra existencia. Explicarlos correctamente suele exceder la longitud de un tuit, pero ¿qué es explicable en unas decenas de caracteres?

 

Con información de El País

https://elpais.com/ciencia/2020-05-15/fake-news-astronomicas.html

Imagen tomada de El País

https://elpais.com/ciencia/2020-05-15/fake-news-astronomicas.html


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